En el mundo de la industria 4.0, la promesa del Internet de las Cosas (IoT) y la conectividad IoT es inmensa: miles de sensores monitoreando activos, optimizando procesos y previniendo fallas. Pero esta promesa se enfrenta a un desafío muy terrenal: la energía. En aplicaciones industriales, especialmente en logística inteligente o agricultura inteligente, los dispositivos suelen instalarse en lugares remotos, de difícil acceso o donde simplemente no existe una fuente de alimentación disponible.
Cambiar las baterías de miles de sensores repartidos por un campo o una fábrica no solo es costoso, es una pesadilla logística. Por eso, la conectividad IoT de bajo consumo no es un lujo, es el pilar fundamental del ROI (Retorno de la Inversión) del proyecto.
Cuando hablamos de Conectividad IoT de largo alcance y bajo consumo, dos familias de tecnologías dominan la conversación: LPWAN (Redes de Área Amplia de Baja Potencia) y el IoT Celular (específicamente NB-IoT y LTE-M). Ambas prometen conectar dispositivos a kilómetros de distancia con baterías que duran años.
Pero ¿cuál cumple mejor esa promesa? ¿Qué tecnología garantiza la máxima autonomía dentro de un ecosistema de conectividad IoT? Como ingenieros que no solo integramos, sino que diseñamos hardware y software a medida, esta es una pregunta que respondemos.
En este artículo, vamos a desglosar técnicamente las diferencias de consumo energético entre LPWAN (como LoRaWAN) y el IoT Celular (NB-IoT/LTE-M) para ayudarte a entender cuál es la mejor opción de conectividad IoT para tu proyecto industrial.
¿Qué es la Conectividad IoT de Bajo Consumo y por qué es vital?
Para empezar, pongamos el problema en contexto. Durante años, las opciones de conectividad inalámbrica eran limitadas. Teníamos Wi-Fi y Bluetooth, geniales para interiores pero con un alcance muy corto y un consumo de energía considerable. En el otro extremo, teníamos la conectividad celular (2G, 3G, 4G), con gran cobertura pero diseñada para smartphones, es decir, para un alto rendimiento de datos y con baterías que se recargan diariamente.
Ninguna de estas opciones servía para un sensor de humedad en medio de un campo de cultivo o un medidor de gestión del agua en un sótano subterráneo.
La conectividad IoT de bajo consumo (a veces llamada LPWA, Low-Power Wide-Area) nació para llenar este vacío. El objetivo de diseño es simple:
- Largo Alcance: Enviar datos a kilómetros de distancia.
- Bajo Consumo: Permitir que un dispositivo funcione con una pequeña batería durante 5, 10 o incluso 15 años.
- Bajo Costo: Que el hardware del módem sea económico para despliegues masivos.
- Baja Tasa de Datos: El «sacrificio». Estas redes no están hechas para streaming de video, sino para enviar paquetes de datos pequeños (ej. «Temperatura: 25.1°C» o «Nivel: 80%»).
Dentro de esta categoría, la batalla por la eficiencia se libra entre dos filosofías: las redes en espectro no licenciado (LPWAN) y las redes en espectro licenciado (IoT Celular).
El Mundo LPWAN: LoRaWAN y la Eficiencia Asíncrona
Cuando la gente habla de LPWAN, generalmente se refiere a tecnologías que operan en bandas de frecuencia «libres» o no licenciadas (como 915 MHz en América). Las dos más conocidas son LoRaWAN y Sigfox. En Smelpro, tenemos una amplia experiencia con LoRaWAN, ya que es una tecnología abierta y flexible, y somos partners de Milesight y distribuidores de gateways líderes como Tektelik y Kerlink.
La clave de la increíble autonomía de dispositivos IoT que ofrece LoRaWAN no está solo en su modulación de radio (LoRa), sino en su protocolo de red (WAN).
El Secreto: Dispositivos Clase A
El protocolo LoRaWAN define tres clases de dispositivos: A, B y C. Para la máxima autonomía, nos centramos en la Clase A (Asíncrona).
- ¿Cómo funciona? Un dispositivo LoRaWAN Clase A está en modo «sueño profundo» (deep sleep) el 99.9% del tiempo. En este estado, su consumo es prácticamente nulo (microamperios).
- Solo habla cuando es necesario: Cuando el sensor tiene un dato que reportar (ya sea por un evento, como una alarma, o por tiempo, como un reporte cada hora), el dispositivo se «despierta».
- Transmisión (Uplink): Enciende su radio, envía su pequeño paquete de datos (esto toma una fracción de segundo) e inmediatamente abre dos cortas ventanas de recepción (RX1 y RX2) para escuchar si el servidor tiene algún comando para él (downlink).
- A dormir otra vez: Si no recibe nada en esas ventanas (que duran milisegundos), apaga su radio y vuelve al modo de sueño profundo.
El dispositivo nunca escucha ni se sincroniza con la red, excepto durante esos breves segundos posteriores a su propia transmisión. Esta filosofía asíncrona, aplicada a la conectividad IoT, es la razón principal de su eficiencia: el dispositivo controla la comunicación y, por lo tanto, su propio consumo de energía.
La Ventaja: Es el protocolo de menor consumo energético posible para aplicaciones que mayoritariamente envían datos (uplink). Es ideal para medidores, sensores ambientales o rastreadores que solo reportan su posición algunas veces al día.
La Desventaja: Si necesitas enviar un comando a un dispositivo (ej. «abrir una válvula»), no puedes hacerlo instantáneamente. Tienes que esperar a que el dispositivo se despierte y envíe su próximo reporte para «enganchar» tu comando en la ventana de recepción. La latencia es alta.
La Evolución Celular: NB-IoT y LTE-M
Viendo el auge de LoRaWAN y Sigfox, el 3GPP (el consorcio que estandariza las tecnologías celulares) reaccionó creando sus propias normas de conectividad IoT de bajo consumo. Estas tecnologías, conocidas como IoT Celular, aprovechan la infraestructura existente de las torres 4G y 5G, operando en espectro licenciado (lo que garantiza menos interferencias y mayor Calidad de Servicio, QoS).
Las dos principales son:
- NB-IoT (Narrowband-IoT): Diseñado para una eficiencia energética muy alta y para penetrar en lugares difíciles (como sótanos), pero con tasas de datos muy bajas. Es el competidor directo de LoRaWAN.
- LTE-M (Long-Term Evolution for Machines): Es más rápido que NB-IoT. Permite mayores tasas de datos (suficiente para actualizaciones de firmware OTA – Over-The-Air) e incluso soporta movilidad (handover entre torres), siendo ideal para logística inteligente y asset tracking en tiempo real.
A primera vista, “celular” no suena a “bajo consumo”. Sin embargo, dentro del contexto de la conectividad IoT, las redes celulares son sincrónicas: los dispositivos deben registrarse en la red y mantenerse sincronizados con la torre, lo que requiere “charlas” periódicas que consumen energía.
Para resolver esto, el 3GPP introdujo dos funciones clave: PSM y eDRX.
El Ahorro de Energía Celular: PSM y eDRX
Estos dos modos son la respuesta del IoT Celular al desafío de la autonomía.
- PSM (Power Saving Mode): Es el modo más extremo, similar a una «hibernación». El dispositivo le dice a la red: «Me voy a dormir por 8 horas. Guárdame cualquier mensaje». Durante ese tiempo, el dispositivo apaga completamente su radio, consumiendo tan poco como un dispositivo LoRaWAN en reposo. Sin embargo, sigue registrado en la red, por lo que cuando despierta, no necesita realizar el costoso proceso de «unirse» de nuevo.
- Desventaja: Mientras está en PSM, el dispositivo es 100% inalcanzable. Es solo para aplicaciones de «solo envío» (uplink-only).
- eDRX (Extended Discontinuous Reception): Es un «sueño ligero». En lugar de escuchar a la red constantemente, el dispositivo y la red acuerdan «ciclos de escucha» extendidos. El dispositivo puede dormir durante muchos segundos (o minutos) y luego despertarse brevemente (milisegundos) para ver si la torre tiene un mensaje para él.
Ventaja: Ofrece un gran equilibrio. Ahorra muchísima energía comparado con un móvil normal, pero sigue siendo «alcanzable» por la red, aunque con latencia.
Comparativa Directa: ¿Quién Gana en Autonomía?
Ahora, la pregunta del millón. Si ponemos un dispositivo LoRaWAN Clase A contra un dispositivo NB-IoT usando PSM, ¿cuál dura más?
La respuesta depende del «presupuesto energético» total, que se compone de tres partes:
- Energía en Reposo (Sleep): En este modo, ambos ganan. Un dispositivo LoRaWAN Clase A y un dispositivo NB-IoT en modo PSM tienen consumos de «sueño profundo» increíblemente bajos, en el rango de los microamperios (µA).
- Energía de Transmisión (TX): Aquí la cosa se complica. Enviar un paquete de datos consume un pico de corriente alto en ambas tecnologías. La duración de ese pico (el tiempo en el aire) depende de la cantidad de datos y de factores como el Spreading Factor (en LoRaWAN). Generalmente, son comparables, aunque LoRaWAN suele ser un poco más eficiente para paquetes muy pequeños.
Energía de Sincronización y Adquisición (El Villano Silencioso): Aquí es donde LPWAN (LoRaWAN) gana.
El mayor gasto energético dentro de un entorno de conectividad IoT celular no proviene de enviar el dato, sino del proceso de unirse y sincronizarse con la red. Antes de poder enviar su primer “hola”, un dispositivo NB-IoT debe escanear las bandas, encontrar una torre, negociar la conexión y registrarse. Este proceso puede tardar varios segundos y consumir una cantidad significativa de energía.
Un estudio comparativo de la firma E-ZATECH para Telefónica encontró que, dentro del ámbito de la conectividad IoT, el consumo de energía para unirse a la red (el attach inicial) en NB-IoT podía ser hasta 70 veces mayor que el de LoRaWAN. Y aunque el modo PSM evita tener que hacer esto cada vez, la complejidad del protocolo celular —que debe lidiar con reintentos, cambios de torre, etc.— inevitablemente consume más energía de procesamiento y radio que el simple protocolo ALOHA de LoRaWAN Clase A.
Veredicto sobre Autonomía: Para aplicaciones que requieren la máxima autonomía de dispositivos IoT (apuntando a 10+ años) y que solo necesitan enviar paquetes de datos pequeños e infrecuentes (ej. un reporte por día), LoRaWAN (Clase A) es, técnicamente, el ganador indiscutible en eficiencia energética.
No Todo es la Batería: Cuándo Elegir IoT Celular
Si LoRaWAN consume menos, ¿por qué existe el IoT Celular? Porque la autonomía no es el único factor en un proyecto industrial.
Deberías elegir IoT Celular (NB-IoT o LTE-M) si:
- Necesitas Cobertura Nacional/Global: La principal ventaja del celular es que la infraestructura (las torres) ya existe. No necesitas desplegar tus propios gateways como en LoRaWAN. Si tu activo es móvil y se mueve por todo el país (como en logística), LTE-M es la única opción viable.
- Necesitas Mayor Ancho de Banda: Si tu dispositivo necesita enviar actualizaciones de firmware (OTA) o ráfagas de datos más grandes, LoRaWAN se queda corto. LTE-M es ideal para esto.
- Requieres Baja Latencia o Confiabilidad (QoS): Al operar en espectro licenciado, el IoT Celular garantiza una Calidad de Servicio (QoS) que LoRaWAN (en espectro libre) no puede. Si necesitas enviar un comando de parada de emergencia y sabes que debe llegar, el espectro licenciado es más seguro.
Tu Dispositivo está en un Sótano Profundo: NB-IoT fue diseñado específicamente para una penetración de señal superior (20 dB más que el GPRS), superando a LoRaWAN en entornos indoor o subterráneos muy complejos.
El Enfoque Híbrido: La Solución a Medida de Smelpro
Como hemos visto, la elección de la conectividad IoT de bajo consumo correcta es un complejo equilibrio entre autonomía, cobertura, costo y tasa de datos.
En Smelpro, nuestro mayor diferenciador es que no estamos «casados» con una sola tecnología. No solo vendemos dispositivos Milesight (LoRaWAN) o módulos celulares; nosotros desarrollamos soluciones integrales.
Si tu proyecto busca la máxima autonomía dentro de una solución de conectividad IoT, nuestro equipo de diseño electrónico puede desarrollar una PCB a medida y optimizar el firmware del microcontrolador para exprimir cada microamperio de la batería usando LoRaWAN. Si, en cambio, tu proyecto requiere cobertura nacional y actualizaciones OTA, implementaremos una solución robusta de conectividad IoT con LTE-M y diseñaremos tu plataforma en la nube para gestionar los modos PSM de tu flota de dispositivos.
A veces, la mejor solución es incluso híbrida. Podemos diseñar dispositivos que usen LoRaWAN como conexión principal y tengan un fallback a IoT Celular si la red local falla.
La batalla «LPWAN vs. Celular» no la gana la tecnología, la gana el ingeniero que sabe cuándo aplicar cada una.
¿Estás evaluando la conectividad para tu próximo despliegue de IoT industrial? ¿Te preocupa que la autonomía de tus dispositivos IoT no cumpla con las expectativas? Contacta a nuestro equipo de ingenieros y permítenos ayudarte a diseñar una solución que dure.









